Publicado por
David Rubio
el
Sea el camino que sea que te haya llevado hasta aquí, además de darte la bienvenida te pido perdón. Como habrás comprobado, el blog se encuentra famélico de entradas y en proceso de reconstrucción. Soy culo de mal asiento y, para un escribiente, algo tan personal como su blog lo primero que debe es representarlo y después de casi dos años sin publicar sentía que el contenido ya no lo hacía. Sentía la necesidad de reenfocarlo. Quizá te hayas dado cuenta que el blog ya no se titula Relatos en su tinta, sino Balas y estrellas. Eso te puede dar una pista de cuál será su nuevo contenido. Novela negra y ciencia ficción son los géneros que realmente disfruto tanto leyendo como escribiendo, y ellos serán los protagonistas de esta nueva etapa. Te pido paciencia mientras cargo mi glock y ajusto mi telescopio para poder ofrecerte en unos meses el mejor contenido que este humilde servidor sea capaz de elucubrar. Saludos
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Este lo leí en octubre, cuando lo descargué de Lektu. Lo he releído para tenerlo más presente y he de decirte que es fabuloso. El relato entero es de los que atrapan desde el principio y va planteando poco a poco una situación que desemboca en esas pinceladas llenas de misterio, pero muy evocadoras, que dejas al final y que me parecen muy buenas.
ResponderEliminarNo sabes las ganas que tengo de poder leer esas dos novelas negras que estás escribiendo y que mencionas al final de la publicación. Seguro que me encantan.
Un beso.
Gracias, Rosa. En este relato intenté crear una atmósfera que lograra que cosas tan mundanas como preparar la cena, ver la televisión o bañar a la hija lograran resultar no sé si aterradoras, pero sí perturbadoras. Desnaturalizar lo cotidiano. ¡Más ganas tengo yo de acabarlas! Ja, ja, ja... Un fuerte abrazo!
Eliminar